Antes de sumergirnos en los aceites esenciales, hagamos un pequeño ejercicio. Cierra los ojos por un momento e imagina el aroma de un pastel de vainilla horneándose, el olor a lavanda de la almohada de tu infancia o el frescor de la brisa cítrica en un día soleado.
Increíble, ¿no? Los olores están conectados directamente con nuestras emociones y recuerdos. El olfato tiene una relación directa con el sistema límbico, la parte del cerebro encargada de las emociones. Por eso, ciertos aromas pueden ayudarnos a sentirnos más tranquilos, felices o llenos de energía.
Ahora que lo sabes, veamos cómo los aceites esenciales pueden ayudarte a hacer de tu hogar un refugio de bienestar.
2 comentarios en “Cómo los aceites esenciales pueden ayudarte con el síndrome del nido vacío y a llenar tu hogar de alegría”
Me encantan estos post
Me encanta, muy interesante, cada vez me gusta más el mundo de los aceites esenciales.